Recientemente se ha hablado de un posible rebrote en Europa y muchos países ya están tomando medidas necesarias; Irlanda no se está quedando atrás, pues las autoridades multarán hasta con 2,500 euros (2,955 dólares aproximadamente) o seis meses de cárcel a quienes organicen fiestas en domicilios particulares, pues las han prohibidos desde el jueves pasado con el comienzo del confinamiento de seis semanas.
El gobierno de Dublín ha presentado un proyecto de ley que sea respaldado por la cámara baja, donde la oposición ha brindado su apoyo tras la alerta máxima del plan contra el coronavirus. Las restricciones impuestas han sido voluntarias, sin embargo, el Ejecutivo de la coalición entre centristas, democristianos y verdes, se han dado cuenta que no han funcionado por lo tanto han tenido que endurecerse un poco.
Por organizar una fiesta durante esta alerta máxima se castigará con una multa de hasta 1,000 euros (1,182 dólares aproximadamente) o una pena de cárcel que no exceda los tres meses; o en el peor de los casos ambas. La multa puede subir hasta 1500 euros (1,773 dólares aproximadamente), mientras que las siguientes ofensas se castigarán con 2,500 euros. Las personas que se les sorprenda en camino a una fiesta o estén en alguna y se nieguen a dejar el lugar de manera pacífica, obtendrán una multa de hasta 1,000 euros o un mes de cárcel.
Las personas que se nieguen a llevar mascarilla en el transporte público y comercios tendrán una multa de 500 euros (591 dólares aproximadamente). Dentro de la zona, los ciudadanos pueden realizar ejercicio y reunirse con otra unidad familiar, pero solo puede dejarla para trabajar, estudiar o por propósitos esenciales. Por último las autoridades concluyeron que seguirán actuando de manera voluntaria y que utilizarán como último recurso la imposición de multas o denuncias.