La comunidad artística y los residentes de Durango están conmocionados por la trágica muerte de Marcela, una actriz y productora de cine local, quien falleció tras participar en un retiro espiritual denominado ‘Formación de Sanadores’. Durante la ceremonia, se le administró un líquido conocido como ‘Kambó’, compuesto por veneno de sapo, con fines medicinales y de purificación del cuerpo. Poco después de ingerir la sustancia, Marcela experimentó severos malestares físicos y fue trasladada a un hospital de la Cruz Roja, donde lamentablemente perdió la vida.
El uso del veneno de sapo como práctica alternativa para tratar trastornos físicos y emocionales ha ganado popularidad en ciertos círculos espirituales, pero también ha generado gran controversia. Luis Manuel Naranjo, presidente del Colegio de Psicólogos de Durango, advirtió sobre los peligros de estas terapias no reguladas. Según Naranjo, muchas de estas prácticas carecen de permisos legales y supervisión profesional, exponiendo a los participantes a riesgos graves para su salud. El especialista instó a la población a buscar ayuda con profesionales capacitados en lugar de optar por tratamientos no convencionales para tratar trastornos mentales o físicos.
La Fiscalía del Estado investiga el caso para determinar las responsabilidades legales de los organizadores del retiro, quienes podrían enfrentar cargos por negligencia. Mientras tanto, este trágico suceso ha reavivado el debate sobre la regulación y supervisión de terapias alternativas, así como la necesidad de concienciar a la población sobre los riesgos asociados con estos métodos.