La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer ha llegado al sector privado en México, ofreciendo una nueva opción de protección actualizada para quienes buscan prevenir el virus de manera particular. Esta versión del biológico ha sido aprobada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y cuenta con una fórmula ajustada para la subvariante JN1 del SARS-CoV-2, una cepa que ha circulado globalmente desde 2023 y es monitoreada por la Organización Mundial de la Salud. En los próximos días, se espera que esté disponible en consultorios y farmacias de diversas cadenas en el país.
Esta actualización de la vacuna tiene el objetivo de responder a la evolución del virus y es particularmente relevante para las personas en situación de riesgo, como los adultos mayores y quienes padecen enfermedades crónicas, entre ellas obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer y condiciones autoinmunes. Estas poblaciones pueden beneficiarse de una protección adicional en el contexto de la temporada invernal y el incremento de enfermedades respiratorias. Aunque la subvariante JN1 no ha mostrado un aumento en la mortalidad, su vigilancia es importante para reducir posibles complicaciones en personas vulnerables.
Por otro lado, el sistema de salud pública en México sigue ofreciendo vacunas contra el COVID-19 de manera gratuita en unidades médicas de primer nivel desde octubre de este año. De acuerdo con el secretario de Salud, David Kershenobich, la meta es estimular la respuesta inmunológica de la población, promoviendo la producción de anticuerpos que protegen contra la infección. Con la disponibilidad de esta vacuna en el sector privado, se amplía el acceso y las opciones de protección para la población en general.