La liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, reportada el 25 de julio según los registros del Buró Federal de Prisiones (BOP), ha generado un torbellino de especulaciones y preguntas. Según la BOP, Ovidio habría sido liberado el 23 de julio del Centro Metropolitano de Detención de Chicago, donde había estado recluido desde su extradición a Estados Unidos en septiembre del año pasado.
Sin embargo, los registros judiciales cuentan una historia diferente. Documentos del caso indican que el proceso judicial de Guzmán López en Chicago sigue en curso, con una audiencia programada para el 30 de septiembre ante la jueza Sharon Coleman de la Corte de Distrito Norte de Illinois. Originalmente, esta audiencia estaba fijada para el 1 de octubre de 2024, pero fue adelantada, lo que indica que el caso está activo y en desarrollo.
Guzmán López enfrenta múltiples cargos graves, incluyendo posesión de drogas con fines de distribución, conspiración para importar, fabricar y distribuir sustancias controladas, lavado de dinero, participación en una empresa criminal y portación de armas de fuego.
La supuesta «liberación» registrada por el BOP podría significar un traslado por motivos de seguridad a otra ubicación bajo custodia, o bien que Ovidio esté bajo la protección de otra autoridad. Expertos en seguridad y periodistas especializados sugieren que podría estar considerando entrar a un programa de testigos colaboradores, lo que le permitiría obtener beneficios legales a cambio de información valiosa para otros casos.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha confirmado oficialmente el paradero actual de Ovidio Guzmán, lo que mantiene abiertas muchas preguntas sobre su situación real. La continuidad de su caso judicial y la programación de nuevas audiencias confirman que Guzmán López sigue bajo la jurisdicción de la justicia estadounidense.
La noticia de su liberación coincidió con la detención de su hermano Joaquín Guzmán López e Ismael «El Mayo» Zambada, ambos líderes del Cártel de Sinaloa, cuando aterrizaban en un vuelo privado en El Paso, Texas. Esta coincidencia ha aumentado las especulaciones sobre el estado y la ubicación de Ovidio.
Mientras tanto, se espera que en las próximas semanas se esclarezca su paradero y si está participando en algún programa de colaboración con las autoridades. La situación sigue siendo un misterio, manteniendo a la opinión pública y a los medios de comunicación atentos a cualquier nuevo desarrollo.