Neuralink pone a prueba el control de brazos robóticos mediante implantes cerebrales
Neuralink, la compañía de neurotecnología de Elon Musk, ha anunciado un nuevo ensayo clínico para explorar la capacidad de su interfaz cerebro-computadora (BCI) de controlar un brazo robótico mediante el pensamiento. Este innovador dispositivo, conocido como N1, utiliza tecnología inalámbrica para captar y decodificar señales neuronales, lo que permite a las personas con parálisis interactuar con dispositivos externos. La empresa compartió su avance en la plataforma X, destacando que este ensayo busca extender el uso de su BCI para tareas de asistencia y rehabilitación.
Aunque el control de prótesis mediante señales cerebrales no es nuevo, el enfoque de Neuralink pretende superar las limitaciones de dispositivos anteriores, como la necesidad de cables externos y calibraciones prolongadas. Estudios previos han demostrado que personas con parálisis lograron utilizar brazos robóticos para realizar tareas como servirse café, pero estos sistemas solían ser invasivos y complicados. El dispositivo de Neuralink, implantado quirúrgicamente mediante robots, emplea 64 hilos ultrafinos con electrodos que registran señales neuronales y las traducen en acciones. El avance también busca mejorar los problemas detectados en estudios anteriores, como la retracción de los hilos del implante, que afectó temporalmente a un participante.
Este ensayo representa un paso crucial en la neurotecnología, con el potencial de transformar la vida de personas con discapacidades motoras. Según expertos como Marcus Gerhardt, de Blackrock Neurotech, y Brian Dekleva, de la Universidad de Pittsburgh, los avances en BCI acercan a la humanidad a un futuro donde las personas con trastornos neurológicos puedan realizar actividades cotidianas de forma independiente. A pesar de los desafíos técnicos, como la necesidad de calibraciones más rápidas, el proyecto de Neuralink marca un hito en la integración entre el cerebro humano y la tecnología avanzada.