La primera muerte registrada con la cápsula de suicidio Sarco ha desatado una ola de reacciones en Suiza, culminando en varias detenciones. Este dispositivo, diseñado para asistir en el suicidio mediante asfixia con gas nitrógeno, fue utilizado en una cabaña forestal de Merishausen, cerca de la frontera con Alemania. La policía suiza ha arrestado a varias personas bajo sospecha de incitar, asistir e instigar el suicidio.
El invento de Philip Nitschke, un médico australiano conocido por su activismo a favor del suicidio asistido, ha generado un amplio debate. Aunque Suiza permite el suicidio asistido bajo ciertas condiciones, la cápsula Sarco ha enfrentado críticas por su diseño y la falta de supervisión médica en su uso. La controversia no ha sido solo legal, sino también ética, con muchos argumentando que el dispositivo podría trivializar un proceso tan delicado.
En este caso, una mujer de 64 años, originaria del Medio Oeste de Estados Unidos, fue la primera en usar la cápsula para terminar su vida, según informó la organización Exit International. La muerte fue descrita como «rápida, pacífica y digna», y ocurrió en presencia de Florian Willet, copresidente de The Last Resort, una filial suiza de la organización.
La utilización de este dispositivo ha intensificado el debate sobre la legalidad del procedimiento. La ministra de Salud suiza, Elisabeth Baume-Schneider, ha expresado dudas sobre la conformidad de la cápsula con las leyes de seguridad de productos y sustancias químicas del país, lo que ha llevado a los fiscales a advertir sobre posibles consecuencias penales para aquellos que promuevan o usen el dispositivo.
Pese a las advertencias legales y el creciente escrutinio, Nitschke ha defendido su invento, afirmando que su objetivo es «desmedicalizar el proceso de morir». Según él, la cápsula no está destinada a ser vendida comercialmente, sino que los planos estarán disponibles de manera gratuita para quienes deseen imprimirla en 3D.
Con el uso de esta cápsula por primera vez en Suiza, el debate sobre el suicidio asistido y las regulaciones en torno a estos dispositivos continúa, mientras las autoridades investigan los detalles del caso.