El cuerpo del alpinista británico Sandy Irvine, desaparecido hace más de 100 años en el monte Everest, podría haber sido hallado recientemente. Este hallazgo revive el misterio de su muerte y la posible culminación de uno de los mayores logros en la historia del montañismo: la conquista del Everest en 1924, antes de la expedición de Sir Edmund Hillary en 1953. Irvine, junto con su compañero George Mallory, intentó alcanzar la cumbre pero desapareció en condiciones extremas.
La búsqueda de su cuerpo ha sido uno de los grandes misterios del alpinismo durante décadas. Mallory fue encontrado en 1999, pero el paradero de Irvine había permanecido desconocido hasta ahora. Su hallazgo podría también arrojar luz sobre si ambos realmente lograron ser los primeros en alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo.
Un equipo de investigadores, aprovechando las condiciones favorables en el Everest debido al cambio climático, ha hecho nuevos descubrimientos que podrían confirmar la ubicación exacta de los restos de Irvine, lo que renovaría el debate sobre quién fue realmente el primer ser humano en conquistar el Everest.