El FBI ha iniciado una investigación sobre una serie de mensajes de odio dirigidos a las comunidades latina y LGBTQ+, que incluyen amenazas de deportación y reeducación. Según un comunicado de la agencia, estos mensajes, enviados por correo electrónico y dirigidos también a estudiantes de secundaria, han generado una ola de preocupación entre los afectados. Las amenazas se intensificaron tras la elección del presidente Donald Trump, quien durante su campaña hizo comentarios xenófobos y prometió expulsar a migrantes indocumentados, creando un clima de tensión y miedo en el país.
Organizaciones como la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) han reaccionado con firmeza, condenando estos actos de odio. Roman Palomares, presidente de LULAC, declaró que los mensajes no solo son ataques individuales, sino una amenaza a los valores fundamentales de democracia e igualdad. Además, instó a los líderes de ambos partidos a rechazar públicamente estas acciones y reafirmar su compromiso con la seguridad y el respeto hacia todas las comunidades. Mientras tanto, el FBI ha informado que, aunque no se han registrado actos violentos, continúa evaluando cada caso en colaboración con el Departamento de Justicia y líderes comunitarios.
La comunidad migrante, especialmente los indocumentados, vive en constante temor. Familias enteras han buscado asesoría legal para prepararse ante posibles deportaciones masivas. Este clima de ansiedad se agrava con los nombramientos en el equipo de Trump, como Tom Homan y Stephen Miller, conocidos por su postura dura contra la inmigración. LULAC y otras organizaciones pro derechos humanos han pedido medidas urgentes para proteger a los migrantes, destacando que cualquier intento de intimidar o amenazar a estas comunidades es intolerable y debe enfrentarse con acciones contundentes.