El Nostradamus brasileño advierte sobre los riesgos de la Tercera Guerra Mundial y un nuevo virus letal

Athos Salomé, conocido como el “Nostradamus brasileño”, ha generado gran impacto con sus nuevas predicciones sobre el futuro de la humanidad. Este vidente, que asegura haber anticipado eventos como la pandemia del COVID-19 y la muerte de la reina Isabel II, ahora vaticina que la Tercera Guerra Mundial es inevitable. Según Salomé, el conflicto global será provocado por ataques cibernéticos masivos que paralizarán infraestructuras clave, marcando el inicio de una nueva era de conflictos tecnológicos. Además, señala que la Inteligencia Artificial y las tecnologías de pulso electromagnético jugarán un papel crucial en esta guerra.

En una reciente entrevista con el Daily Mail, Salomé destacó que países como Israel, Irán, Estados Unidos y Corea del Norte estarían en el centro de esta crisis tecnológica. Según su visión, el auge de la IA en aplicaciones militares podría ser determinante, abriendo un camino incierto para la estabilidad global. A esto se suma la aparición de un nuevo virus letal, que, asegura, surgirá del Polo Sur y afectará tanto la salud física como mental de la población mundial. Este patógeno, según el vidente, tendría un impacto mucho mayor que el COVID-19, desatando una crisis sanitaria sin precedentes.

Aunque las afirmaciones de Salomé no tienen respaldo científico, han captado la atención de millones en redes sociales. Este parapsicólogo brasileño, de 38 años, se ha convertido en una figura controversial, con seguidores que lo consideran un profeta y críticos que desestiman sus predicciones. Sin embargo, el temor por sus advertencias subraya la creciente preocupación global por las amenazas tecnológicas y sanitarias que podrían definir el futuro cercano.

Carlo Acutis, un joven nacido en Londres y conocido como el “influencer de Dios”, será declarado santo el próximo mes de abril, convirtiéndose en el primer millennial canonizado por la Iglesia Católica. Fallecido en 2006 a los 15 años debido a leucemia, Acutis dejó un legado que combina su profunda fe con su habilidad en el mundo digital. Su apodo surgió por el diseño de sitios web para parroquias y por crear una plataforma en línea que documenta milagros eucarísticos, un proyecto que ha sido traducido a varios idiomas y presentado en exposiciones internacionales.

El camino hacia la santidad de Carlo comenzó en 2020 con su beatificación, tras atribuirse a su intercesión la sanación de un niño brasileño con una enfermedad congénita. Este año, el Papa Francisco reconoció un segundo milagro: la curación inexplicable de un estudiante universitario de Florencia que había sufrido una hemorragia cerebral. Estas dos intervenciones divinas, documentadas y validadas, cumplieron con los requisitos para su canonización. El joven, considerado además como el “patrón de Internet”, no solo usó la tecnología para su fe, sino que también inspiró a miles de personas a vivir la religión desde un enfoque moderno.

Aunque nació en el Reino Unido, Carlo vivió gran parte de su vida en Italia, donde falleció y fue trasladado posteriormente a Asís, ciudad que alberga su tumba y reliquias. El Papa Francisco, quien ha destacado a Acutis como un modelo para las nuevas generaciones, anunció que su canonización se celebrará durante el fin de semana del 26 de abril. La vida de este joven ejemplifica cómo la espiritualidad y la tecnología pueden converger, marcando un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.

El Reloj del Fin del Mundo: una advertencia más cercana que nunca

El Reloj del Fin del Mundo, también conocido como el Reloj del Apocalipsis, es una metáfora visual creada en 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos para alertar sobre las amenazas existenciales que enfrenta la humanidad. Este reloj simbólico refleja, minuto a minuto, cuán cerca estamos de la “medianoche”, que representa el fin del mundo. En la actualidad, el reloj está ajustado a solo 90 segundos para la medianoche, la posición más cercana al apocalipsis desde su creación. La invasión de Ucrania, las crecientes tensiones nucleares y el agravamiento de los conflictos globales son algunos de los factores que han influido en este alarmante ajuste.

Desde su introducción, el reloj ha sido ajustado 25 veces en respuesta a eventos históricos clave. Por ejemplo, en 1991, tras la firma del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) entre Estados Unidos y la URSS, el reloj retrocedió a 17 minutos de la medianoche, la distancia más segura registrada hasta ahora. En contraste, momentos como la primera prueba nuclear de la Unión Soviética en 1949 o el agravamiento de la crisis climática en 2020 han acercado el minutero peligrosamente al final simbólico. Estas fluctuaciones reflejan la percepción de los científicos sobre los riesgos globales y sirven como una llamada de atención urgente a los líderes mundiales y la población en general.

Hoy, con amenazas como los conflictos bélicos, el cambio climático y la proliferación de información engañosa, el reloj permanece en su punto más crítico. Esta posición nos insta a reflexionar sobre las acciones necesarias para mitigar estas amenazas y trabajar hacia un futuro más seguro. Tal como han advertido los expertos, el tiempo para actuar se está agotando, y la responsabilidad recae en todos nosotros para garantizar que este reloj no avance más cerca de la medianoche.