Las fuerzas armadas de Israel lanzaron una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano, dejando al menos 25 muertos, según autoridades locales. Entre las víctimas se encuentran más de una decena de personas que murieron en la localidad de Qana, una región con un trágico historial de conflictos entre Israel y Hezbolá.
El objetivo principal de estos bombardeos, según el ejército israelí, era Jalal Mustafa Hariri, un comandante de Hezbolá responsable de operaciones en la región de Qana. Los ataques impactaron un almacén de armas que, según Israel, estaba escondido bajo un edificio residencial. Sin embargo, no se presentaron pruebas que respalden esta afirmación.
Las imágenes del lugar, compartidas por la agencia The Associated Press, mostraban edificios destruidos y equipos de rescate trabajando para retirar los escombros y encontrar más víctimas entre los restos.
Este ataque es parte de una escalada en el conflicto entre Israel y Hezbolá, en la que ambas partes han intercambiado proyectiles y ataques en las últimas semanas. Hezbolá, en represalia, lanzó más de 90 cohetes hacia Israel, lo que resultó en la herida de cuatro civiles israelíes.
El alcalde de Qana, Mohammed Krasht, recordó el trágico historial de su localidad, que ha sido objetivo de ataques en conflictos anteriores. En 1996, un bombardeo israelí contra un complejo de la ONU en Qana mató a más de 100 civiles, mientras que en 2006, otro ataque destruyó un edificio residencial, matando a más de 30 personas, entre ellos varios niños.
Mientras tanto, el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó los ataques y acusó a Israel de atacar deliberadamente una reunión del consejo municipal en Nabatiyeh, donde fallecieron seis personas. Mikati exigió una solución urgente para detener esta escalada de violencia en la región.
Los ataques también afectaron otras zonas del país, incluidas la región del valle de la Bekaa y más áreas del sur de Líbano.