Max Verstappen logró una de las victorias más sorprendentes de su carrera en el Gran Premio de Sao Paulo, remontando desde la posición 17 para llevarse el triunfo y acercarse un paso más hacia su cuarto título mundial. El piloto de Red Bull demostró su habilidad bajo condiciones desafiantes, especialmente cuando la lluvia comenzó a caer sobre el circuito y las estrategias de cada equipo fueron puestas a prueba. Su equipo mantuvo la calma y evitó llamarlo a boxes para un cambio de neumáticos, una decisión clave que se vio recompensada cuando la carrera fue detenida con bandera roja tras un accidente en la recta principal.
El reinicio de la carrera fue otro punto crítico donde Verstappen aprovechó una oportunidad para avanzar al liderato. Superando a Esteban Ocon en la curva 1, el piloto de Red Bull dejó en claro por qué es uno de los favoritos al título. Mientras tanto, Lando Norris, quien comenzó desde la pole position, sufrió una serie de incidentes desafortunados que lo hicieron caer hasta el sexto lugar, complicando sus posibilidades en la lucha por el campeonato. La caída de Norris y el dominio de Verstappen amplían la ventaja de este último a 62 puntos, lo que podría asegurarle el título en el próximo Gran Premio de Las Vegas.
Fue también una jornada memorable para el equipo Alpine, que con Ocon y Pierre Gasly en segundo y tercer lugar, respectivamente, logró su primer doble podio desde 2013. Este resultado les permitió avanzar tres posiciones en el campeonato de constructores, del noveno al sexto lugar. La carrera en Sao Paulo fue, sin duda, un evento lleno de dramatismo y maniobras magistrales, donde Verstappen no sólo consolidó su ventaja en la tabla, sino que también ofreció una exhibición digna de campeón.