Joaquín y Ovidio Guzmán, hijos del notorio narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, han decidido modificar su estrategia legal en los juicios que enfrentan en Estados Unidos por cargos relacionados con el tráfico de drogas. Ambos han sido señalados por encabezar parte del Cártel de Sinaloa y están bajo la presión de las autoridades estadounidenses para enfrentar las severas consecuencias legales por sus crímenes. Este cambio de estrategia busca mejorar sus posibilidades en el proceso judicial y podría incluir nuevas tácticas de defensa o negociaciones con las autoridades.
La decisión de ajustar su enfoque legal podría estar relacionada con los recientes movimientos judiciales y con los cambios en las condiciones de su encarcelamiento, además de los cargos por narcotráfico que siguen en curso. Tanto Joaquín como Ovidio buscan evitar las máximas condenas posibles en Estados Unidos, un país que ha sido implacable en sus esfuerzos por desmantelar el cártel que su padre lideró. Este tipo de acciones suelen formar parte de estrategias a largo plazo en casos criminales complejos.
Además de enfrentar acusaciones de narcotráfico, los Guzmán han sido vinculados con violencia, extorsión y otros delitos graves. Sin embargo, el proceso legal en Estados Unidos sigue siendo largo y complicado, y sus abogados buscan maniobras que puedan ofrecerles alguna ventaja en los juicios que enfrentan. La estrategia modificada muestra el empeño de la defensa por cambiar el rumbo de los procedimientos legales y mitigar el impacto de las acusaciones.