Jueces y trabajadores del Poder Judicial han estado en paro durante casi dos semanas, argumentando que la reforma propuesta viola sus derechos laborales, ya que podría desmantelar la carrera judicial y abrir la puerta a la «intromisión de intereses» mediante las campañas electorales en el sistema de justicia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que los jueces «no representan al pueblo», en un momento en que los trabajadores del Poder Judicial se movilizan para evitar que este martes la Cámara de Diputados vote sobre la reforma que propone elecciones para todos los juzgadores.
«Si ahora se ponen en huelga, pues aunque no estemos de acuerdo sí entendemos que están defendiendo sus intereses. Agréguenle que no representan al pueblo, sino que son los representantes de la oligarquía, de los potentados», expresó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
López Obrador se refirió así al paro de labores iniciado por los trabajadores del Poder Judicial y a las protestas que buscan impedir la votación de la polémica reforma. La iniciativa, apoyada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), plantea, entre otros cambios, reducir de 11 a 9 los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y eliminar sus dos salas, así como crear un Tribunal de Disciplina Judicial que sustituya al Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
Además, la reforma introduce la figura de «jueces sin rostro» para casos de narcotráfico y terrorismo, y la propuesta más controvertida: que jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular, al igual que el Ejecutivo y el Legislativo.
Los jueces y trabajadores del Poder Judicial, preocupados por las implicaciones de estas propuestas, han argumentado que la reforma pone en riesgo la independencia judicial y podría politizar la justicia en México. Sin embargo, López Obrador defendió su iniciativa, señalando que el Poder Judicial ha permitido que delincuentes queden en libertad en fines de semana, lo que ha sido criticado como «sabadazos». «No es un invento, se puede probar», afirmó.
El presidente cuestionó si se debería permitir que las cosas sigan como están, recordando que en el pasado la corrupción, conocida como «maiceo», impedía cualquier tipo de protesta o cambio.
La reforma al Poder Judicial ha generado críticas y rechazo no solo entre jueces y trabajadores, sino también entre estudiantes y docentes de Derecho, así como preocupaciones por parte de embajadores de Estados Unidos y Canadá, y agencias calificadoras como Fitch, debido a los riesgos que conlleva.