Un joven de 20 años fue al médico por una tos que no se le quitaba. Pensó que era algo leve… quizás gripe o alergia. Pero el diagnóstico fue otro.
Sus pulmones mostraban el desgaste de alguien de 60 años.
¿La causa?
Dos años usando vape con sabores.
Hoy sabemos que el vape causa daños irreversibles al pulmón.
No es una teoría. No es exageración.
Es real.
Y está ocurriendo en miles de jóvenes.
Enfermedades como la bronquiolitis obliterante —conocida como “pulmón de palomita”— están dejando cicatrices en las vías respiratorias más pequeñas. Provocan tos crónica, falta de aire, cansancio extremo y, en muchos casos, una vida limitada.
Los sabores frutales o dulces parecen inofensivos… pero al ser calentados e inhalados, muchos se convierten en químicos tóxicos que entran directo a los pulmones y al torrente sanguíneo, sin que el cuerpo tenga cómo filtrarlos.
El vapeo se ha convertido en una moda peligrosa. Y la mayoría de los jóvenes que lo usan no tienen idea del daño que están provocando dentro de su cuerpo.
Por eso es urgente que esta historia la escuchen padres, madres y adolescentes.
No es para generar miedo.
Es para crear conciencia.
Porque hoy está de moda…
pero mañana podría ser demasiado tarde.